Conflictos sociales marcaron el ritmo de las inversiones en las regiones

Un ejemplo de ello es lo ocurrido en Puno, que se paralizó por casi tres meses en contra de la actividad minera

(Foto: Archivo El Comercio)

Los conflictos sociales producidos durante el año que ha finalizado también evitaron que se pudiera dar prioridad al gasto público.

Un ejemplo de ello es lo ocurrido en Puno, región que se paralizó por casi tres meses. Diversas comunidades campesinas agrupadas en el Frente de Defensa de los Recursos Naturales de la Zona Sur de la Región Puno iniciaron una protesta en el sur , en abril. Su reclamo: declarar a la región zona de exclusión para la actividad minera.

Para junio, otros frentes y otras protestas se unieron al paro indefinido. “Fueron casi tres meses de marchas. La carretera hacia Desaguadero estaba bloqueada, El comercio era nulo. Paralizamos todos los proyectos. Teníamos que solucionar la emergencia”, afirma el presidente regional, Mauricio Rodríguez.

El cambio de gobierno también constituyó una traba para la inversión en su región. “La mayoría de nuestras partidas de presupuesto llegó en los últimos meses del año. No tuvimos ni el equipo ni el tiempo para presentar un proyecto de inversión”, dijo.

MENOS RECURSOS
La llegada de recursos a las regiones también quedó suspendida debido a las protestas. El proyecto minero Tía María, por ejemplo, significaba una inversión de US$950 millones, parte de los cuales llegarían al Gobierno Regional de Arequipa a través del canon.

Solo el proyecto Conga, en Cajamarca, tenía proyectado dejar US$1.190 millones en canon durante los 20 años de vida que tenía proyectada la mina.

Según el último reporte de la Defensoría del Pueblo, existen hoy 220 conflictos en el país. Más de la mitad responde a protestas contra actividades mineras.

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                                                                                       fuente: diario el comercio.